Misiva al PRD: La paz debe primar

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Por Margarita Franco Zimmermann

"Un fanático es alguien que no puede cambiar de opinión y no quiere cambiar de tema" Winston Churchill

Un partido  político ejerce su rol  opositor con excelencia, cuando todos sus militantes (base), dirigentes y líderes se unen a pesar de sus diferencias  en un marco de buena voluntad, respeto y disciplina,  apegados  a un sólo  interés: defender con ahínco y sin reservas un plan, un proyecto, una visión de nación de cara al siglo XXI.

Sin pecar de modesta, razono que todos los y las dominicanas perredeístas, esperamos eso del legado y el sueño de nuestro líder y ejemplo a seguir,  el fenecido doctor José Francisco Peña Gómez. A seis días de una cita electoral y de que la vida nos lo arrebatara,  aun seguía creyendo y,  expiró, estoy casi segura,  preocupado por todo esto que durante meses estamos librando en  todos los medios, por todas las vías, como si fuéramos alma en el purgatorio. Realmente, no dejamos de sollozar,   de gemir y  de  encrespar.

No es libre quien repudia con dureza  el pasado.  Tampoco lo es, quien se queda esclavo del mismo, como no es táctico en calidad  política  negar con intolerancia los hechos y no asumir el presente.

Apuesto a que al igual que yo, muchos renegamos de estar regidos por un gobierno como el que tenemos  presente,  pero fue elegido democráticamente por cuatro años y eso hay que respetarlo como demócratas que somos. Así,  dentro de las filas del Partido Revolucionario Dominicano, los que no aceptan a Miguel Vargas como Presidente de esa institución tendrán que asumirlo, para bien del país, que  hoy agoniza y necesita una oposición sin contiendas interna, unida, firme y ordenada, para que lo defienda.

Cuantas energías hemos perdido en atacarnos entre hermanos, siendo más factible, usarlas  en contra de quienes sí está haciendo daño a nuestro país, como es éste gobierno inmóvil e indiferente a los grandes males sociales, preocupado únicamente en enriquecerse y así poder comprar de nuevo las próximas elecciones.

Elegir a nuestro nuevo Presidente, fue una decisión de consenso, por un organismo calificado como la Comisión Política, no una resolución tomada con "racionalidad limitada" porque a la hora de tomar decisiones se necesitan tomar en cuenta "todas las variables" por ello creo razonable, bajar la guardia, tener humildad y recordemos que ningún ser humano,  es poseedor absoluto del conocimiento y la verdad.

La nueva dirección del partido está auspiciando un plebiscito, donde se incluirá rectificar o rechazar la Presidencia de Miguel Vargas, pero mientras esto llega, hay que darle la oportunidad al actual presidente, de arrancar.  Llegado el momento los  que hoy no estén  de acuerdo, tendrán la oportunidad de expresar su descontento  a través del voto veo ésta como una salida salomónica y oxigenante, que fortalecerá la estabilidad de nuestro órgano político, cumpliendo con las exigencias de los que demandan, por la vía que todos consideran más democrática: El Voto.

Las democracias sólo existen, gracias a los partidos de la oposición, y algo anda mal cuando es una periodista, la que está destapando los actos de corrupción y, por ende, teóricamente, está ejerciendo  el papel opositor nuestro, porque la relevancia actualmente radica sumar galones  en las altas dirigencias, donde creo compañeros habrá plazas para todos y todas, porque si hay un partido donde quedan cosas por hacer en el nuestro.

Imperativamente, debemos defendernos de nosotros mismos, rechazando esos hostigamientos y descalificativos a lo interno y externo entre nuestra militancia. De nuestro trabajo debe surgir la mejor prosa en pos de  un partido sólidamente homogéneo con valores comunes respetuoso de las jerarquías. Participar sin imponer nuestra férrea voluntad, que nuestras únicas tendencias sean consolidar   la democracia, haciendo de un partido factible, un partido deseado.

Servir a un país a través de un partido único, de tanto peso y arrastre como el nuestro, es algo que amerita responsabilidad, inteligencia colectiva y buen ejemplo sin demostrar tantas pasiones  en las distintas instancias de nuestra vida política pública. Por ello es necesario aportar luces a nuestra manera de actuar y pesar que solo en la paz se formulan, las mejores acciones e ideas políticas de oposición.

Presidente Miguel Vargas Maldonado, siéntase usted orgulloso, muchos perredeístas de las  bases del PRD,  estamos contentos de  que sea usted nuestro presidente. En el juego de la vida, las victorias están  directamente atadas  a las líneas de golpeo, así que trabaje mirando siempre hacia la meta de llevar nuestro partido al orden, concordia y competitividad, para el bien del país y del partido, sé que usted es un hombre creyente y de recto pensar, por lo cual, entiendo jamás guardaría rencores hacia quienes hoy le rechazan.