Las corrientes más conservadoras y derechistas del PRD, con el acuerdo firmado por Hipólito Mejía Y Luis Abinader, no tienen ninguna posibilidad de ganar la convención del seis de marzo, lo cual salva al PRD de otra derrota electoral y beneficia grandemente al país.
El grupo que hoy controla una parte de la estructura del PRD se encuentra a la derecha de la derecha en materia política y económica.
El acuerdo "Unidad y Victoria" firmado por Hipólito y Luis sella la victoria de los socialdemócratas que creen en la libertad y la justicia, y en una sociedad más equitativa y justa en de distribuir las riquezas que produce el país.
El pacto de "Unidad y Victoria" no tiene un carácter económico, sino político. Luis no recibirá un peso por sumar sus fuerzas a las de Hipólito. Con este paso trascendental Luis está demostrando amor por su partido y por su país. Las ofertas que le hicieron desde el ala de la derecha del PRD eran probablemente más atractivas económicamente. Pero el joven dirigente, que no es tonto, prefirió otro tipo de convenio, más honorable y serio. (El dinero no lo compra todo) Prefirió un pacto de más contenido ético pensando en los intereses de la nación. No se puso precio ni dejó que otros se lo pusieran. ¡No se vendió!
Esta coalición, "Unidad y Victoria", le presentará al país un Plan de Nación de donde surgirán las bases programáticas de lo que será el nuevo gobierno del PRD que encabezarán Hipólito y Luis. El pueblo verá en las próximas semanas cuáles serán las propuestas de soluciones a los problemas de salud, educación, electricidad, agua potable, vivienda, recursos naturales, etc.
"Unidad y Victoria" no es una alianza puramente electoral a propósito de la convención del seis de marzo. Va mucho más allá de la fecha y de la alianza. Hipólito y Luis quieren sumar otras fuerzas dentro y fuera del partido.
La gente que hoy integran "Unidad y Victoria" dentro del PRD habla de un frente amplio, no sólo para enfrentar al gobierno de Leonel Fernández y su camarilla, sino para solucionar los problemas del país. Para ambas tareas se necesitará del concurso de los buenos dominicanos.
Las corrientes de Hipólito y de Luis quieren "un país mejor, pero para todos", no para un grupo de negociantes de la política que quieren ir al Estado para continuar depredando el país como lo está haciendo el actual gobierno.
El acuerdo de Hipólito y Luis dentro del PRD está llamado a devolverle la fe y la esperanza a las bases de ese partido. Y hará que la sociedad vuelva a creer en el PRD como instrumento de cambio y transformación social. El PRD se convertirá en el partido de la esperanza nacional, en el partido del pueblo, como dijera miles de veces José Francisco Peña Gómez.
A la fuerza mayoritaria de Hipólito, que lo acercaba al 60%, Luis le suma, de entrada, por lo menos diez puntos. Y en la medida que pasen los días la fuerza será mayor tanto dentro como fuera del PRD. En síntesis, el pacto "Unidad y Victoria" sella el triunfo de Hipólito en la convención del seis de marzo, y en las elecciones presidenciales del 2012, para desde el poder procurar "un mejor país, pero para todos", no para un grupo de ladrones.
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